domingo, 7 de abril de 2013

La cuaspa

"Falta mucho para la cuaspa?" Me suelta Jorge un día cuando veníamos de camino a casa.
"Mande?"
"Que si falta mucho para la cuaspa!!" Tardé largos minutos en entender la pregunta, a pesar de que me la repetía una y otra vez.
"Quieres decir... para la Pascua?"
"Sí, eso, para la cuaspa"

Cara de interrogación y mamá que no tenía ni idea.
Después me entero que claro, le habían contado que por Pascua, venía una liebrecilla que traía huevos a los niños.Y es aquí donde nace la intriga por el momento que está por venir. Y las preguntas a los papás casi cada día.

Liebrecita III


Más o menos un mes antes, nos pidieron que lleváramos huevos vacíos (hábilmente vaciados con un alfiler y buenos pulmones) para que los decoraran los niños. Y el último día antes de Semana Santa, volvieron a casa con una maceta de creciente trigo, decorada con un huevo pintado de rojo inserto en una brocheta. Lindo. Lindo.

 Liebrecita II

Pero la liebrecilla no había pasado aún. El evento se reservaba para después de las vacaciones.
El viernes, la liebrecilla vino al cole y dejó en los rincones del jardín huevos decorados para los niños. Jorge fue el primero en encontrar el suyo!!!!! Estaba de orgulloso...

Liebrecita

En agradecimiento, cada uno de los niños le dejó en el sitio donde había encontrado su huevo, un dibujo, para que se lo llevara como recuerdo. Y, cuando salieron de nuevo al patio... no había ninguno!!!! La liebre se los había llevado todos!!!
Aguantó las ganas de partir su huevo hasta que llegó papá del trabajo. Depués, en un abrir y cerrar de ojos y a pesar de haber terminado comer hacía rato, se zampó el huevo duro que había dentro de la cáscara pintada de azul... menos mal que era colorante alimenticio...

Liebrecita IV

El cuento de esta semana, no podía ser otro que el de la liebre de Pascua. En el cole. En casa. Además, de la biblioteca también hemos sacado "El pollito de Pascua".

Tradición no usual por estos lares. Me repatea un poquito la importación de costumbres foráneas. Pero reconozco que los niños han disfrutado muchísimo y la ilusión con la que los peques contaban cómo había sucedido todo... bien merece que pase por el aro y cuente, con cara de credulidad, cómo la liebrecilla trae un montón de huevos en su cesta para que los niños celebren la Pascua...

3 comentarios:

Chitin dijo...

Da gusto ver disfrutar a los niños...por aquí no está extendido lo de los huevos de pascua, entre otras cosas porque son vacaciones en el cole.

A mí personalmente tampoco me va mucho, lo de importar estas costumbres. Lo qme ha chocado es q hablas de "la liebre de pascua" yo lo q había oido era "el conejo de pascua", ... "nunca te acostarás, sin saber una cosa más" decía mi abuela.
Buena semana!

bailadora dijo...

Esa cara de felicidad absoluta bien vale la importación de alguna tradición de fuera. Al menos esa liebre no dejó chocolate, que sea lo que sea el tipo de pascua que celebramos por estos lares, todos eran de chocolate y bien grandes! ¬¬'

A mí sí me gusta importar tradiciones, si hay un contexto, y merece la pena...

un beso gordo!

Inma dijo...

Pero con esa super sonrisa que me ha enamorado como no se te va a olvidar que no te gustan las tradiciones importadas!! Me parece todo hecho con mucho gusto y amor, eso es lo importante. Historias que ilusionan.