Clase de asertividad

Después de diez años conduciendo un coche, que ya cuando llegó a mis manos tenía seis, me decidí a iniciar la búsqueda de un sustituto. Pensé que quizás era el momento adecuado por aquello de La Crisis y la situación del sector automovilístico; además de ser diciembre, mes en que las casas cierran cuentas. Gran error. Me di cuenta de que a pesar de todo, el precio de los coches no había bajado ni un ápice y ni siquiera ofertaban descuentos interesantes.

Realmente el hecho de que fuera de una marca u otra me daba igual. La potencia idem de lo mismo. Lo único que tenía más o menos claro era que quería que fuera del tipo monovolumen.

Así pasé una semana en un deambular por los distintos concesionarios de mi ciudad. Hata que dí con una casa en la que el precio que me ofertaban era razonable. Me hicieron un presupuesto y me aconsejaron que mirara su "Sección de Km 0", es decir, de coches que la casa ha matriculado y los tiene para que los prueben los compradores, de modo que salen más baratos.

El Sr. de Km 0 me informó que esa misma semana habían matriculado unos coches que ni siquiera se habían usado aún y que si estaba interesada en verlos fuera la siguiente semana.

Rauda y veloz el siguiente martes me planté allí y cual no sería mi sorpresa cuando me comenta que acababa de llegarles una oferta de coches nuevos cuyo precio era más económico que los de km 0. De modo que me hacen un nuevo presupuesto de un monovolumen sin matricular con todos los extras de la gama media, por el precio que querían venderme en otra casa uno sin extras y de tres años de antigüedad.

Quedé con el vendedor en ir a probarlo a los dos días, pero al día siguiente me llama por teléfono y entre disculpas me dice que hubo un error y que ese no era el precio. Que lo sentía mucho. Que había sido un problema administrativo y todos los precios de los coches estaban mal, de modo que estaban llamando a los compradores que en esos días habían pedido presupuestos para informarles del precio real. Que lo sentía mucho. Que de otro modo saldrían perdiendo dinero ese mes. Que lo sentía mucho.

-¿Y no hay ninguna posibilidad de que se mantenga el precio??
- Lo siento pero nos han reunido hoy y nos han dicho rotundamente que no.
- Ya, entiendo... Lamento mucho la situación por la que están pasando y créame que entiendo que debe ser complicada, pero... yo tengo un presupuesto por escrito con una fecha de vencimiento que aún no ha llegado, así que, si es usted tan amable a mi me gustaría hablar con su jefe...
- Con mi jefe?? Bien... sí, claro... pues si quiere yo se lo comunico y mañana cuando venga a probar el coche habla usted con él.

Al día siguiente con el Sr. de corbata:
- Buenas tardes señora.
- Buenas tardes.
- Lo único que quería decirle es que usted tiene razón. Es mi deber comunicarle que ha sido un error administrativo y que si usted quiere que se le mantenga el precio conveniado así será.
- Bueno, pues entonces creo que no tenemos ningún problema. Me alegra mucho escuchar sus palabras, ya que esta mañana he estado hablando con la Oficina de Consumo y me han dicho que ustedes están en la obligación de respetar el presupuesto que me habían elaborado, ya que supongo que sabrán que de otro modo lo adecuado sería poner una denuncia ante este hecho, que, por otro lado, podría ser considerado como publicidad engañosa, ya que se aumenta un precio prefijado con anterioridad...
- No por favor!!! Usted no piense que... nosotros somos una empresa seria...

Un momentito después, en la firma de la compra, de nuevo con el vendedor:
- Por curiosidad, cuántas personas de las que han tenido que llamar no se han conformado con el nuevo precio??
- Sólo usted...