Jersey zumodemandarina

Esto de ir vaciando cestas, tiene cosas buenas, como lo es reencontrarte con algo que aún recuerdas y que incluso te gusta. La Katia Samoa es de hace dos o tres veranos y me enamoró nada más verla. Encontré el modelo perfecto para meterle mano en la revista de Katia Nº 52 y... supongo que lo de siempre: el verano acabó más pronto de lo que había previsto o bien estuve tan ocupada haciendo otros millones de cosas, que no tuve tiempo para tejerla.

Sin embargo, este verano de tanto tiempo libre, me ha hecho buscarla y meterle mano con énfasis. Aunque cuando comencé, me encontré con un pequeño inconveniente: ese hilo tan lindo en la madeja era bastante incómodo de tejer, porque al ir cambiando de color, cambia también de matizado, con lo que las partes que son más brillantes, raspan un poco en el brazo al ir trabajándolo con las agujas. Me desilusionó bastante, la verdad, pero no obstante, me empeñé en que no podía dejarme llevar por esa sensación y terminarlo, ya que si no, probablemente no lo iba a volver a coger.

Et... voilá! Resulta que al coserlo y plancharlo, no se nota en absoluto sobre la piel la rigidez inicial.

Me ha venido muy bien para estos días de finales de septiembre y octubre en los que ya no es verano, pero aún no hace tanto frío como para vestirse de invierno.

Vamos, que me gusta mucho como ha quedado y... nada que decir de los colorines del hilo!!!