domingo, 12 de agosto de 2007

Calima


Mi mesa de trabajo es un caos permanente. Carpetas, archivadores, expedientes,... y entre todo ese caos destaca una foto en un portarretrato azul. Mis compañeras tienen a sus niños o a sus parejas, yo a mi perrita cuando era un cachorrito y el césped aún era más alto que ella. Se trata de un "híbrido" entre mamá cócker y papá labrador; menos mal que el 70% de su carácter lo sacó del padre, porque cuando le salen los ramalazos de la madre se vuelve loca y no para de dar vueltas por el exterior de la casa. Sin embargo, cuando está dentro, se transforma en una perrita dócil y encantadora, que no toca nada que no debe, no se sube al sofá y aguanta todo lo que sea necesario para no hacer pis en el suelo. En el fondo creo que tiene algo de gatito (aunque los odia a muerte), porque siempre busca el contacto y el cariño de los que tiene a su alrededor. Se llama Calima, por ser del color de la arena, aunque también es conocida por "Orejas", "Canguro", "Calimagatito", "Mimosa" y todo ese tipo de lindezas que se reservan para la intimidad.
Cuando me quedo dormida en el sofá ella se encarga de morderme la punta de las orejas o de lamerme el cuello, en plan erótico total, y se deja chantajear rápidamente a cambio de una galleta. Si es que... sólo le falta hablar!!!

3 comentarios:

violetazul dijo...

En mi mesita hay las mismas cosas que en la tuya, pero la foto es de Troylo..
Entiendo a la perfección la relación que tienes con Calima..
No les falta hablar, nos hablan constantemente
Besos

Anónimo dijo...

Hay complicidad entre Calima y tú; la comunicación la tienes en sus ojos cuando te mira!!!!
Un abrazo para tí y una caricia para ella.

lamone dijo...

a mi tambien me encanta calima....cuando corre salvajemente por el jardin y salta...yeyeye....es una perra estupenda!