jueves, 8 de marzo de 2018

8 de marzo de 2018.

Hoy, 8 de marzo de 2018, Día Internacional de la Mujer, yo hago huelga por mi sobrina, por mis futuras nietas y por mi hijo.
Sí, por mi hijo. Porque quiero creer en un futuro donde realmente reine la igualdad. Donde mi hijo pueda jugar con castillos y princesas sin avergonzarse por ello. Donde pueda decir en voz alta que su color favorito es el lila. Donde no me diga que esa camiseta que le encanta  se la pondría por la tarde o los fines de semana, pero no para ir al cole. Donde no lo miren raro cuando dice que practica gimnasia rítmica. Donde pueda dejar volar su creatividad con la pluma y el pincel hasta límites insospechados. Donde pueda llorar sin que lo tachen de "nenaza". Donde pueda mostrar su sensibilidad sin pudor. 
Porque no voy a consentir que ningún machoman se crea superior a él por jugar al fútbol, llevar el pelo rapado o tomar asteroides para tener más músculos en brazos y pectorales. 
He tenido mucha suerte en la vida. Tengo un trabajo estable, con buenas condiciones laborales, bien remunerado y en el que me siento respetada. Ninguno de los hombres de mi vida (incluido mi padre) ha hecho si quiera el ademán de levantar la mano para bajarla en forma de agresión, tampoco me han hecho sentir nunca agredida verbalmente hablando. No consiento que me griten, humillen o infravaloren. Ni una vez. Nunca. En el ámbito familiar, Jorge considera que lo único que no hace su papá que sí hace su mamá es... "tejer".     
He educado a mi hijo para que no se sienta superior a ninguna mujer. Para que las vea como iguales. Tuvo muñecas, cocinita y disfraz de hada. Siempre ha visto como su padre cocinaba, ponía lavadoras, planchaba, limpiaba la casa... y, de un tiempo a esta parte, incluso cosía a máquina (curiosa su cara de asombro cuando le hago reflexionar sobre lo poco habitual en otros hogares de esos comportamientos totalmente normalizados para él). De qué sirve eso si después todos los mensajes externos van en otra dirección y ya con tres años hay niños que dicen "no puedes ponerte eso porque es de niñas"? Vaya... pero... eso no debería estar ya superado?? Algo falla...
Hay ropa para niños y ropa para niñas. Libros para niños y libros para niñas. Juguetes para niños y juguetes para niñas. Deportes para niños y deportes para niñas. Apps para niños y apps para niñas. Y pobre de aquellos que osen cruzar las líneas rojas. Tarde o temprano habrá un dedo acusador que los señale.
Se llenan la boca sobre el poder de educar en la igualdad pero no ponen cortapisas a que los juguetes relacionados con las tareas del hogar sean de color rosa. O los legos. Históricamente hablando, los legos son unos juguetes que siempre han estado orientados hacia los niños, varones. Se presupone que a las niñas no les interesan las construcciones (y por extensión, tampoco la arquitectura, la ingeniería, ...), sin embargo, viendo el filón de las nuevas generaciones han sacado una líneas como Lego Friends o Lego Elves y han caído exactamente en los mismos clichés, pero a la inversa. Por qué estas líneas están orientadas de forma explícita hacia las niñas? Es que a los niños no les pueden gustar los dragones si no son de color rojo sangre o negros?? No pueden salir a divertirse con sus amig@s estableciendo vínculos socioafectivos fuertes?? Qué problema hay en que un niño juegue con un castillo lila?? Entonces... por qué en la publicidad solo salen niñas o están en la sección de "juguetes para niñas" de las tiendas?? De qué sirve que yo le transmita a mi hijo continuamente el mensaje de que los juguetes son juguetes, que hay normalización en ese campo, que no hay unos para niños y otros para niñas cuando la sociedad  envía el mensaje contrario??
A pesar de que hemos avanzado en muchos aspectos, hay otros en los que estamos estancados. Mientras no seamos conscientes de que es más importante la educación por la igualdad que mostramos día a día en el ámbito intrafamiliar o la que se transmite en los medios o la que se imparte en las escuelas, que el aumento de las condenas o las banderas a media asta o los minutos de silencio... no cambiaremos el mundo. 
La educación (que no la enseñanza), ese es el único motor para lograr el cambio social.    
Es por todo ello que hoy, voy a la huelga.


4 comentarios:

Chitin dijo...

Fíjate, yo no hago huelga precisamente por todo lo que tú dices. Yo creo que todo esto no es cosa de un día, sino que es cosas de TODOS los días, de educar, con el ejemplo, con la palabra y sobre todo con la ACTITUD.
No creo que se resuelva nada porque un día no vaya a la oficina, nadie se va a encargar de mis tareas si yo no voy, mañana me las voy a encontrar esperando y encima habré perdido un día de sueldo, no me compensa.
Me he ganado el respecto de mis compañeros con mi trabajo, no me van a respetar más porque hoy no venga a trabajar.
Lo importante también es que tanto tú como yo podamos elegir, si hacer o no huelga.
¡Un abrazo!

violetazul dijo...

Yo también he ido a la huelga hoy, por todo eso, y porque yo sí he sentido la discriminación, los chistes machistas, el sueldo inferior a mis compañeros en igualdad de tareas y responsabilidades, que ellos tuvieran algo colgando entre las piernas, los hacía merecedores de 900€/mes más..
Yo sí fui a la huelga, porque quiero que vean el trabajo silencioso que hacen muchas mujeres que hoy no pudieron ir a la huelga, por miedo o simplemente incapacidad. Las mujeres que cuidan, si no tienen plan b, tampoco tienen quien las sustituya.
Y creo que hoy, ha pasado algo, he vivido emocionada este día, y me parece que ese futuro que soñamos, está más cerca.

albis dijo...

Me ha encantado leerte. Yo tampoco le corto las alas a mi ni niño (dos años y medio), aunque a veces me apena que el entorno (la familia) sí lo haga de manera indirecta.
Por ejemplo, le encanta hacerse coletas, pues cuando me lo pide le hago unas coleta para ir al cole. Una vez, cierta persona que está a diario con él le dijo que parecía una niña bonita con las coletas, en tono jocoso, pero ahora mi hijo se dice a sí mismo que parece una nena bonita cuando lleva las coletas. Me enerva.
A él le encanta jugar a lo bruto y con coches, se diría que es un "niño, niño". También tiene un carrito de muñecas que le encanta y usa para sacar a pasear sus coches, jaja. La cocinita le gusta, el bebé que tiene no tanto. Se pone el sujetador de mamá, quiso que su casco dela bici fuera rosa y así es, me pide que le pinte las uñas y se las pinto, y así con mil cosas. No quiero que note diferencias, no quiero prohibirle nada, qué absurdo. Él es feliz y no se plantea nada. Pero sé que esto, algún día, tendrá su fin.

Esther dijo...

Me ha encantado leerte, y creo que lo estás haciendo genial con tu hijo. Y me doy cuenta que donde trabajo, que es un centro de enseñanza pública, hay cosas que se están haciendo mal, como permitir una liguilla de fútbol para chicos, o que q las saesiones de orientación sexual y sobre todo tema de anticonceptivos, vayan siempre chicas y no nos llevemos las manos a la cabeza, porque evitar un embarazo no deseado es cosa de dos, por ejemplo. Ay, cuánto tenemos que cambiar todavía. Un beso.