De vuelta...

Gracias a tod@s los que habéis pasado en las últimas semanas por aquí a felicitarme por mi cumple y a indagar la razón de mi ausencia.
Diciembre ha sido un mes muy duro para mí. He estado de trabajo hasta las cejas. Sin tiempo si quiera para dormir, así que mucho menos para actualizar el blog o para hacer turismo por los blogs amigos. Lo bueno del tema es que todo ha salido estupendamente, aunque, aquí en confianza, hasta el día antes del 13 de diciembre, pensaba que todo iba tan mal que el fracaso iba a ser estrepitoso, con ataque de nervios incluido. Pero bueno, debe ser cierto eso de que Zeus aprieta pero no ahoga y todas esas cosas. Me alegra haber encontrado en todo ese suplicio gente estupenda que me ha echado un cabo y al final las felicitaciones han llegado desde todas las vías, incluida la prensa a la que tenía un miedo atroz por su manía de tergiversar y sacar de contexto las declaraciones. Se han portado, la verdad. Después lo estuve celebrando cuatro días!!!
De los nervios, la noche antes no podía dormir y estuve hasta las cuatro de la madrugada dando vueltas en la cama del hotel (NH de S/C de Tenerife, ampliamente recomendable) y cuando por fin conseguí cerrar los ojitos… me caí de la cama!! Mi compañera todavía se está riendo de mi…
La lluvia fue la compañera inesperada. Parecía que a las nubes les hubieran hecho un corte en la barriga y estuvieran soltando toda la carga de un tirón. Más de una gripe se gestó ese día. Colofón: acabamos pasando otra noche en Santa Cruz porque entre los atascos no llegamos a tiempo a la hora de salida del barco.
Creo que debo de tener unas cuatrocientas canas de más.
El 14, además, tenía la cena de empresa de navidad. Como era previsible no había tenido tiempo de buscar ningún trapito apropiado; de modo que me planté en una tienda a las seis de la tarde dispuesta a que me encontraran algo para las ocho. A la pobre señora casi le da un soponcio!! Acabó encontrando un vestidito muy apañado y como yo tampoco es que tuviera oportunidad de ser muy exigente, pudimos llegar a un acuerdo. El sábado tocó asadero con coleguitas y el domingo… aunque parezca increíble… almuerzo de cumple!!!
La siguiente semana se me fue entre poner cosas al día en el trabajo, hacer las compras de Navidad y las reuniones prenavideñas, en este último apartado quedan incluidas las chicas de LPK (Nota: pido disculpas públicamente por el olvido del regalo del amigo invisible en el grupo; desliz que espero sea perdonado cuando Pilar reciba mi detallito dos semanas después. Es que… se me fue completamente de la cabeza!!! )
Y ayer, ya, por fin, he llegado, como El Almendro, a casa por Navidad. Todavía estoy haciéndome una cura de sueño. Parezco una marmota. Ahora tocan los días familiares, de disfrutar del frío de diciembre en La Palma y de ver a los amigos. Pero eso se merece otro post…