domingo, 29 de junio de 2014

Recordar. Del latín re-cordis. Volver a pasar por el corazón.

Yo debía de tener unos quince años. Él era amigo de mi mejor amigo.
Escuchando música en una habitación con poca luz me cogió de la mano. Sonaba Earth, Wind and Fire. 
Creo que fue lo más cerca que estuvimos el uno del otro. Me devanaba los sesos pensando cómo podía decirle que me gustaba. Pero nunca saqué valor. Después me pareció que le gustaba una de mis amigas, quien por supuesto, no le hacía caso, o al menos, no el que se merecía.
Pasaron los años. En la universidad no frecuentábamos los mismos ambientes, a pesar de seguir teniendo algún amigo común. Besito por la calle. Alguna conversación a medias en un garito. Nomás.
Siempre me quedó la espinita de no haberle dicho que un batallón de mariposas revoloteaban en mi barriga cuando estaba cerca. Que había escuchado aquella canción hasta rayar la cinta. Que me gustaba su sonrisa y su timidez. Que inventaba teorías explicativas de por qué me había cogido de la mano aquella noche para después no volver a acercarse nunca más.
No volví a saber de él hasta hace un par de años. El Faisbuk, ese gran nexo de unión. Inicio de nuevos contactos. Ahora con otros ojos. Después de vivir mil vidas. 
Resultó que residía muy cerca de la casa de mi padre. Quedamos, pero no era el momento. Tampoco para mi. Tenían que confluir en fila india todos los astros del universo. Y no lo hicieron hasta hoy. 
Y nos vimos de nuevo. Y esta vez, con luz, nos cogimos de la mano para contarnos las batallas perdidas. Las guerras ganadas. Los sueños que se quedaron por el camino y los soles que lo iluminan. Y hablamos de Galeano. Del poder benefactor de los abrazos en los espíritus castigados. De la energía de la tierra. De las raíces. Hijos. Amores. Árboles. Educación. Muerte. Vida.
"Valiente" que le decía Ana a Oto. Así que hoy, con cuarenta y uno, tuve la sensata osadía de contarle lo que no me atreví cuando tenía dieciseis.  Y resultó que... hace veinticinco años yo también le gustaba. Pero no era el momento. Simplemente. Me gustó saber que las realidades tergiversadas por el paso de los años de las que hablaba Kundera, no habían sido tales. Ambos recordábamos lo mismo.
Alegría. Equilibrio. Siento que las piezas de mi puzzle poco a poco se van resituando. Van buscando huequecitos. Agradecimiento a la vida por haberlo puesto de nuevo en mi camino. Presiento que va a ser una grata compañía. Inteligencia, sensibilidad y simpatía son mezclas difíciles de encontrar.
Cualquiera sonsaca al destino para indagar que va a deparar. Tampoco quiero saberlo. Por lo pronto, planeamos para mi, un futuro cercano sin noches en vela. Con la seguridad que tiene el que siente que al final ha tomado el camino correcto.
Nos despedimos con mil abrazos. La mochila cargadita de sonrisas y buenos deseos. El firme propósito de vernos con más frecuencia. Palabra. Lo prometo.
Y en mi cabeza, ya con sienes plateadas, sonaba Gardel...


10 comentarios:

Ganxetades dijo...

Me alegro de que las piezas de tu puzzle vayan tomando su lugar y las estrellas se alineen para iluminar un camino...
Como siempre un placer leerte, pero si se adivina ligereza y aires de alegría todavía mejor!
Un abrazo

Sonia dijo...

Qué bonito escribes... siempre consigues emocionarme y que me reconozca un poquito en ti. Un abrazo.

Tartaruga dijo...

me gusta ver en tus palabras que hay una melancolía abierta a la felicidad.

un bico linda

Unknown dijo...

La vida pone las cosas en su sitio aunque tarde años. Me alegro por ti.
Bss!

menduca dijo...

:)

glaramknits dijo...

Qué bonito reencontrarse con tu pasado con umna sonrisa y una abrazo; sin miedos,sin fantasmas, sin rencores.
Poner piezas en el puzle y sentirse feliz.
Ánimo

Chitin dijo...

Bueno...me alegro q recordar te haya traido alegría a tu corazón.
Un abrazo!

Vane dijo...

Wooow, estas experiencias te hacen ver quién va marcando tu vida y tu camino. Me alegro de que te hayas reencontrado con tu pasado y lo hayas incorporado al presente, suerte para el futuro, jeje.
Un beso grande, grande!!!

Lolita Blahnik dijo...

De verdad espero que puedas descansar cada noche, que se acabe el insomnio y que los días pasen tranquilos.

isabel dijo...

Había entrado muchas veces en tu blog, pero siempre me fijaba en lo que se refiere al punto,pero hoy no se por qué he empezado a leer parte de tus entradas con detenimiento. Me he emocionado mucho, la verdad es que si en el mundo hubieran mas personas con tu sensibilidad iría mucho mejor. Ha sido como un bálsamo para mi. No cambies, y sigue dándole este ejemplo a tu hijo. A mi me has dado una lección que no olvidaré y seguiré releyendo tus entradas. Muy agradecida por haberte redescubierto.