domingo, 22 de julio de 2012

Impotencia....


Fuego en los montes de El Paso.
... es lo que se siente cuando te llaman por teléfono para decirte que tu casa, a la que solo puedes llegar por barco o avión, se está quemando y que, encima, tu padre de 80 años está allí a lo macho man intentando apagar el fuego.
Peor, si quien te llama es tu hermana, la cual tiene su vivienda en la misma zona un poco más abajo. Su vivienda y un terreno de cultivo del cual vive toda su familia. Y la repanocha es si tu hermana, encima, se ha tenido que desplazar a otra isla, para hospitalizar a su marido con lo que tiene toda la pinta de ser un micro-derrame cerebral o un coágulo que anda por ahí suelto (dolor de cabeza intenso, sordera, visión doble,... ) y que en el hospital de su isla menor no le han hecho ni puñetero caso durante dos semanas.
Y entonces pones toda tu energía en priorizar: por favor, por favor, que no le pase nada a mi padre. Si se quema la casita... pues qué le vamos a hacer...
Y llamas cuatrocientas veces a tu padre y no coge el teléfono. Y pones la televisión y solo ves imágenes de los pinares ardiendo y piensas, "pero si mi casita está justo ahí!!!!". Y hablas con tu hermana y te dice que no se sabe nada de papá, que en la casa de ella han tenido que forzar el portón y otra puerta interior para poder apagar el fuego en sus plantas. Que su casa por lo pronto está bien. Que hasta allí se han acercado dos buenos amigos y un buen familiar que están haciendo todo lo posible. 
Tres horas después consigues hablar con tu padre, que llorando te dice que no lo sabe con certeza, porque tuvo que literalmente escapar cuando iba a buscarlo la guardia civil, pero que a todas luces, tu casa, y todo lo que la rodea está ardiendo. Tu casa y las de todos tus vecinos. Todas ellas salpicadas a lo largo de un caminito que mezcla viñedos a la izquierda con pinos y castaños a la derecha.
Mi padre cuenta que él estaba cogiendo ciruelas cuando vio empezar el fuego un poco más abajo. Mucho calor (más de 35º), baja humedad y viento. Hacía unos minutos que habían ido a la ferretería un buen familiar, que estaba trabajando alli terminando unas paredes de piedra, (con su grupo electrógeno cargadito de gasolina y su amasadora, puestitos los dos en mi patio, frente a la puerta de la casita) y mi sobrino de once años. No pasaron ni quince minutos y cuando intentaron volver ya no hubo modo. El buen familiar se tiró en plancha a intentar salvar lo que pudiera de la casa de mi hermana (y de su propio terreno,. un poquito más abajo) y el niño, aunque no lo dejaron pasar, en un descuido se escabulló y llegó solito hasta el lugar para sacar a sus perros.
Hasta las seis de la tarde no se supo que había pasado camino arriba. En lo más alto. Donde cumbrea la casita al amparo del pinar. Desde que consideraron que era seguro y le permitieron al buen familiar subir, lo hizo raudo y veloz, con una cuba de agua y con un miedito acrecentado por momentos, por aquello del detallito de la gasolina. Me llamó desde allí. Todo quemado. Salvo la casa y el grupo electrógeno. La casa (con su puerta, ventanas y techo de madera) es como si le hubieran puesto una pantalla ignífuga e invisible alrededor. Supongo que el patio de piedra hizo lo suyo. Otros dicen que fue una protección sobrenatural. No creo que haya forma de saberlo.


Es curioso, los viñedos de la zona, dentro del paisaje dantesco que los rodea, siguen verdes. Con sus ramas enrevesadas y sus crecientes racimos de uva. No se sabe bien que pasará con esta cosecha.








 Otras vides se ven claramente dañadas...



Los frutales han perdido toda la producción. Pero más que los frutales, si cabe, me duele el castaño, el nogal, los almendros,... todos ellos históricos de la zona, y los jóvenes, los que este año iban a dar su primera cosecha después de ocho años sembrados: nogales (más de diez, nacidos con esmero de nueces germinadas), higueras, naranjos, manzaneras, el limonero, el cerezo, el membrillo, el nisperero, el peral,...
  


No es solo impotencia. Es tristeza. Una pena infinita. Al tiempo que cierto grado de agradecimiento, porque podría haber sido infinitamente peor, tanto a nivel familiar como grupal. No hay pérdidas humanas. A los animales domésticos pudieron evacuarlos. Las viviendas pudieron ser protegidas casi todas. Pero... y todas esas aves que han perdido la vida o sus nidos? y los conejos? y todos los insectos y plantas endémicas de la zona?
Menos mal que no soy juez, porque si en mis manos estuviera decidir el destino de los individuos que voluntariamente iniciaron esta barbarie... uf!!

"Hay fuego en el alma 
si el bosque se quema, 
que lloren las nubes 
y acaben las penas (...)"
Taburiente









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Todas las fotos tienen la autoría de mi sobrina.

13 comentarios:

Lynda dijo...

Hola, siento todo lo que le ha pasado a tu familia.....a mi madre tambien le afectó el tema del fuego, aunque no tan de cerca, ya que ella vive en Tajuya, y no llegaron las llamas hasta allí, solo el humo y cenizas. Gracias a Sergio, el que grabó estos videos, pudimos ver como ardía nuestros bosques,casas....que lastima, todo esto. Bueno, te deseo lo mejor para ti y toda tu familia, desde Fuerteventura, Lynda.

R-menor dijo...

Hola, yo estoy en Los Llanos y me solidarizo con ustedes. Ver el humo y saber que familias y sus medios de vida...y sus animalitos estaban en peligro fué muy triste. Más triste aun saber que fué provocado y no poder hacer nada. levaba sólo dos semanas aquí cuando empezaron los incendios...el de Tenerife deja sin habla. Parece una pesadilla que esto haya pasado, simplemente.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Uf, Cristina, me alegro de que, dentro de lo que hay, no haya pasado nada grave. Un abrazo muy fuerte!

SIONA dijo...

Cis, te he llamado a casa pero saltó el contestador.
¿me llamas cuando puedas plis?
Abrazos!!!!
SIONA

Anónimo dijo...

<no te puedes creer cuanto lo siento. Espero que esteis todos bien. Soy de tu opinión, si fuera juez ufffff.
UN beso.

Inma dijo...

Ufff, rabia, tristeza, impotencia... cómo siento lo que os ha ocurrido. Si ya leerte ha sido duro, no me lo quiero imaginar vivirlo en directo o a la distancia sin saber qué ocurría por allí. Como dices podría haber sido peor, pero eso no evita el dolor de lo que ha sido. Desde la distancia te envío un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Hola Adijirja,
espero y deseo que ponerle palabras a esta vivencia y compartirla, gracias po hacerlo, haya ayudado a situarla en algún lugar de ti donde el humo, poco a poco, vaya dejando pasar los maravillosos rayos del sol, las milagrosas gotas de lluvia para que la vida en todo su esplendor vuelva a floreces, un abrazo grande, grande!!!

Pilar dijo...

No me salen las palabras del cabreo que tengo. Mi hermana vive en Guía de Isora y lo tuvo cerquita cerquita. Me alegra que tu casa se librara, y que todos los tuyos estén bien. Un abrazo.

Anónimo dijo...

De vez en cuando paso por aqui y por lo general siempre me voy con buen sabor pero hoy,despues de leer y ver uno de los videos me retiro con gran tristeza por todo lo sucedido y lamento infinito lo sucedido :(..

Vane dijo...

Madre mía Adi!!! he alucinado al leer tu post... hija, cuánto lo siento... esto de los incendios es algo horroroso pero encima tener que vivirlo tan de cerca.... ya imagino la angustia y el miedo que habréis pasado, es que no me lo puedo creer! Quédate con la suerte que habéis tenido de que no haya habido pérdidas personales, al fin y al cabo es lo que de verdad importa.
Te mando un abrazo muy muy fuerte!

Alex dijo...

Vaya Cristina, qué tal estáis todos ya, ni puedo imaginarme la angustia de estos momentos... y la rabia por lo que os han hecho... y han hecho al bosque, al campo, a todo.
Te mando un abrazo fuerte, fuerte preciosa!

elhadadepapel.com dijo...

Vaya blog... fotos increíbles aunque estos son bastante tristes!!

zime dijo...

Hay que horror Adi! Cuanto lo siento y cuanto te entiendo... nosotros tambien vivimos ahora en una zona propensa a incendios, hace poco hubo uno relativamente cerca y se me caian las lagrimas. Y como tu dices es impotencia y un gran dolor. Ojalá que cada dia que pase nos cuidemos mas y mas y estemos a salvo de estos desastres. Te mando un beso.