Día de Reyes

Sí... ya sé que pasan casi veinte días, pero bueno... más vale tarde que nunca, no?? Y es que fue un día tan lindo y especial, que me gustaría dejar algún reflejo del mismo por aquí, además del montón de fotos que reposan en el disco duro, claro...

Por unanimidad en nuestra pequeña familia, decidimos que nos negábamos a ir a ver la SúperCabalgataDeReyes de la capital. Demasiada gente y ruido para nosotros. Así que preguntamos en el pueblo para ver si SS.MM. iban a darse un paseíto por las calles principales y con calmita nos fuimos a saludarlos. Había más animación de la que esperaba, la verdad. Incluso un Bob Esponja con toda su patrulla paseaba entre la gente (por cierto, a Jorge le horrorizó!), haciéndose fotos con los niños y los no tan niños. La cabalgata era chiquita, pero fue muy divertida y a Jorge se le saltaban los ojos viendo toda la parafernalia de luces, ruidos y colores. Eso sí, lo de sentarse en las rodillas de esos señores a los que no conocía de nada... ni de broma!!!

Podría decir que le hice la carta a los Reyes y que me acosté con Jorge cuando llegamos. Pero mentiría. Me acosté cerca de las 7 de la mañana. Una, que es tozuda de nacimiento, y me empeñé en que mi peque tenía que tener un regalo hecho por su madre. Así que, hasta que no estuvo terminado, no me fui a la cama.


Por la mañana fue delicioso verlo con esos ojillos de sorpresa observando esos paquetes que había en el salón. "Qué hace eso ahí?" "Anda, pero si se rompe... uys! que ruido más chuli que hace rasgarse el papel!"


Por supuesto, fue el encargado de romper sus paquetes... y los nuestros!! Aunque no se crean que a lo loco. En absoluto. Los rompía despacito y después se entretenía largo rato investigando qué había dentro y cuál era su utilidad.



Los que me leéis, sabéis que me encantan los juguetes. Hay montones de juguetes que le compraría a Jorge, porque me gustan sus formas, sus colores, su utilidad,... Me quedo absorta mirando juguetes de tela o de madera y ni que decir tiene, que echo mucho en falta un tipo de jugueterías en el que primen este tipo de materiales y no tanto plástico, lucecitas y sonidos a pilas. Sin embargo, tanto su padre como yo, decidimos que el Día de Reyes no fuera un sinónimo de consumismo inútil en nuestro hogar, sino algo pensado y repensado. No más de cuatro juguetes y dos extras para cada una de las abuelas y tías (y con el serio planteamiento, por parte del papá, de que el próximo año el número se vea drásticamente reducido a dos más uno y uno, para no perder el norte... ejem! bueno... ya veremos...)


Para mi... SS.MM., que me conocen muy bien, saben que con un cuento y cualquier cosita de MiTiendaFavorita van a acertar. Ains!!! Me ha encantado... y eso que le tengo alergia a los gatos!!!


El regalo estrella llegó justo el dia D, cuando ya pensaba que no iba a llegar a tiempo. Y no vino en camello, sino por mensajero (es lo que tiene la insularidad). Hacía tiempo que buscaba un juego de cubos apilables de madera y cuando vi la Brick Box de Salon Elfi, supe que era lo que buscaba. No es exactamente un juego para bebés, pero es taaan relindo que no pude resistir la tentación y además... a Jorge le encanta!!!


Lo mejor es que sus papás también están enamorados de las formas que se crean, con lo cual nos pasamos buena parte de ese día jugando con él. Y creo que esa debe ser una de las funciones principales del Día de Reyes: JUGAR con nuestros hijos. Ese es el mejor regalo que podemos darles.


No os parece una delicia??? Si es que dan ganas de pegarle un bocado a las cúpulas de pastel de cereza... Parece salido de un cuento!!!


El segundo regalo estrella que me tuvo despierta hasta las siete de la mañana para poder terminarlo... queda para el siguiente post!!