Osorio

Abril es un mes magnífico para salir al campo. Tanto, que el objetivo principal que nos hemos trazado Jorge y yo este mes, es ver la primavera. Y comenzamos nuestro periplo excursionil yendo a pasear a la finca de Osorio. Un lugar precioso, en el municipio de Teror. Se trata de un espacio muy cuidado, con un vivero de plantas y árboles autóctonos, granja, huertos, jardines, una casa muy bonita donde puede solicitarse alojamiento y amplias zonas de monte.

Fuimos entre semana, por la mañana, sin casi visitantes, salvo los trabajadores de la finca, con lo que se respiraba un paz y una tranquilidad impagables. Hacía un día fresquito e incluso nos cayeron unas gotitas, pero todo quedó ahí.

Paseamos. Cogimos flores para colgarlas de las orejas.

Nos tomamos un tentempié de mandarinas y galletas de dinosaurios (las segundas preferidas de Jorge después de las de Epi y Blas).

Vimos cómo ordeñaban las vacas (múuuuuuuu). Las gallinas picoteando en busca de comida (cococóoooo). Los cerditos mamando entusiasmados (oink oink). El tractor aireando la tierra para sembrar (bruuuuuuum)

Deambulamos por los jardines. Y descubrimos una fuentes preciosas que embobaron durante un buen rato a Jorge (enganchadísimo a todo lo que lleve aaaaaaagua...)

Jugamos mucho.

Buscamos bichos (sobre todo mariquitas, arañas, mariposas y caracoles, cada uno con su movimiento de manitas particular...)

"Mira Jorge... un caracol!!"

"Dónde??... Ah! sí Ahí..."

"Mira mamá... el caracol hace así..." (traducción de gestos y ruiditos varios...)

Por cierto, el gorrito es un Estella Pixie Hat (del libro Vintage Baby Knits), hecho con merino lace de Malabrigo, tejida doble. Me encanta cómo quedó. La finalización, nos es con botón, como el modelo, sino con e-cord, según la recomendación de Sew Liberated (mejor aún, si cabe)

Ains... que bien nos lo pasamos esa mañana... Hasta dónde nos llevará la primavera en nuestra próxima excursión???