domingo, 19 de agosto de 2007

Harina, agua, levadura y sal.

No podemos negar que el paso de los años hace mella en nosotros de una forma u otra. Yo reconozco que algo en lo que me he vuelto un tanto "tiquismiquis" es con la comida. No soy vegetariana, a pesar de lo que me gustan las vaquitas vivas, y tampoco una obsesiva por la comida ecológica. Lo que pienso al respecto es que los avances de la ciencia aplicados a la alimentación me dan un poco de repelús: los yogures con sustancias que iluminan la piel o bajan el colesterol, las galletas con nosecuantas vitaminas extras o la leche desnatada con omega 3, son productos que están plenamente aceptados en nuestros mercados y que a la larga desconocemos los efectos que pueden tener. Ello no implica que defienda o adquiera los productos ecológicos, ya que me parece que sus precios son totalmente abusivos y me niego a llevar una dieta basada exclusivamente en ellos (de otro modo, no tendría sentido consumirlos, porque menuda gracia si te gastas 5 euros en un kilo de manzanas ecológicas y después te compras un trozo de pastel en una dulcería normal y corriente). De modo que lo que procuro es consumir sobre todo productos que estén poco elaborados, y que no lleven etiquetas de light (me dan risa los donuts o la leche condensada light... si quieres darte un capricho, hazlo bien!). Mi teoría (probablemente equivocada como todas las teorías), es que si mis abuelos tenían una longeva vida a base de leche y gofio, tan malo no podía ser. Así, por ejemplo, frente a los yogures con bífidus, omegas y demás, me inclino por los naturales con una cucharada de mermelada hecha en casita; he encontrado una leche con toda su nata que me parece bastante buena y mantequilla que en sus ingredientes solo pone "mantequilla y sal". No soy una forofa, solo intento evitar las cosas muy modificadas. A cambio, consumo cantidades ingentes de chocolate...

De modo que no es de extrañar que los sábados y los domingos en casa huela a pan recién hecho. Levadura, harina, agua y sal. El pan, por mucho que nos quieran hacer creer, no necesita más.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Ayyyyyyyyyyyy ese "cacho" pan!!!!! Lo bien que habrían acompañado hoy a mis croquetas caseras.

Espero que Calima esté mejor. Un besote.

dacilay dijo...

A mí SÍ que me gusta el pan, a veces me como uno entero casi sin darme cuenta...mmm recién hecho, calentito, el tuyo tenía muy buena pinta.¿como está Calima? Espero que bien...ah, yo creo que es perfectamente legítimo que te envíe un regalo, ¿que te parece?tampoco es que se me haya apuntado mucha gente, así pues, yo lo veo bien.

violetazul dijo...

Yo también venía a ver qué tal se encontraba Calima.
Respecto a la comida, a mí me encanta lo casero, desde el pan, hasta la mermelada, la pasta, etc...
Hace tanto tiempo que no me dedico a una tarde entera en la cocina, que casi casi creo que ni me acuerdo bien cómo se hacía.
Pero creo que esta semana me voy a desquitar, y empezaré a hacer conservas para el invierno.
Besitos

Rosa Marrero dijo...

hmmmmmm... con mantequilla...

Bego dijo...

Me ha encantado tu comentario, y comparto alguna de las cosas que dices, y de hecho creo que soy el unico ser viviente que no ha probado un actimel, o cosas por el estilo.
Vivo en el campo, y me gusta comer sano, el pan por supuesto... y en las mañanas de invierno con mantequilla y un cafe con leche calentito....
Un saludo

Bego dijo...

Bueno, habra que pensarselo, eso de los nietos postizos !

Tu avisame de todas formas, y ya hablamos.
Me alegro que te gusten.

Chao.

gloria dijo...

hace ya años también tuve la idea de hacer pan, con variopintos resultados, pero lo que sí me encantaba era el olor, el del pan cuando "subía" y el que salía del horno cuando se cocía...tendré que animarme a repetir la experiencia

Unknown dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con tu manera de ver las cosas y añoro la alimentación sana y natural de mi infancia, los agradables olores de las cocinas de antaño han desaparecido y es una pena. Tengo que empezar a darte algunos consejos para que pronto puedas disfrutar de tu propia miel natural y aromática. Prometo hacerlo cuanto antes.