Desde siempre he pensado que las muñecas no deben estar restringidas a los niños y ser solo para las niñas. Creo que, si queremos educar en la igualdad, debemos empezar por buscar esa igualdad en la primera infancia. Y los juguetes son una parte muy importante de la misma. Los niños juegan con muñecas si se las ponemos a su alcance. Las manosean. Las achuchan. Les dan mil vueltas. Se las llevan de paseo. Hacen con ellas, básicamente, lo mismo que nosotros hacemos con ellos. Si nosotros les damos besitos, ellos les darán besitos a su muñeca. Si los peleamos, la pelearán.
No sé bien si su "instinto maternal" lo tienen tan desarrollado como lo pueden tener las niñas (me estoy acordando de tu post, Vane), pero que puede lentamente atrofiarse si no tienen algún elemento reflejo de la realidad con lo que desarrollarlo, creo que sí.
Por otro lado, llega un momento en que los niños necesitan, igual que las niñas, hacer juegos de imitación y lo más natural es que puedan imitar a ambos papás y no solo a su referente de género. Además de lo educativo que puede resultar vestir a una muñeca (desarrollo de la motricidad fina, valoración del tipo de ropa dependiendo de la época del año,...), aprender a ponerse en lugar del otro, reflejar los propios sentimientos en "boca" de un muñeco,... Vamos todas esas cosas que se limitan a los niños porque se supone que sus núcleos de interés se centran en balones, vehículos de ruedas y herramientas variopintas.
Así que, con estas premisas, no es de extrañar que desde que vi por primera vez la Poppy de Isolda (versión Lolita Blahnick) me enamorara perdidamente de ella y decidiera hacerle una a mi pequeño. No obstante, no iba a hacerlo para estas Navidades. En esta ocasión, pensaba buscar un bebé pequeñito; pero cuál fue mi sorpresa cuándo en la tienda de juguetes, al enseñárselo al papá este me dijo muy serio: "Adi... estás segura de que quieres regalarle eso a Jorge? Es que... me parece un bebé muerto..." y claro, yo me quedé de piedra. Tenía argumentos irrefutables para abordar una respuesta del tipo "a mi hijo no le compro una muñeca porque eso es para niñas!!" pero eso... Vamos, que estoy segura de que hubiera dicho exactamente lo mismo si Jorge hubiera sido una nena.
Así que ante esta tesitura, no me quedó más remedio que poner en marcha mis agujas y superar el trance haciendo este patrón... Aunque fuera dos noches antes de que SS.MM. pasaran por nuestra casa...
La idea era hacer una versión algo más "masculina" en la que el peque pudiera verse reflejado de alguna manera. Peeeeeero... la verdad es que no supe cómo diablos poner esos pelos para que no parecieran un felpudo si no era con coletas, porque además, si le dejaba el "pelo suelto" con mini coletitas a los lados según el patrón de Isolda, me di cuenta de que le llamaba tanto la atención que se entretenía tirando de cada hebra de lana, corriendo el riesgo de que la pobre muñeca se quedara calva en un breve espacio de tiempo...
El carrito fue un regalo de una vecina alemana que se lo compró para su nieta cuando vino a pasar unos días a la isla. Al irse, ella consideró que a Jorge le vendría estupendamente para cuando empezara a caminar. Lo había cogido un par de veces, pero sin mucho convencimiento. Y creo que lo de llevar un pasajero "cuasi humano" (y no animalitos) le ha incentivado para corretear con él por el jardín.
Pero sin duda creo que considera que es mucho más divertido, llevarla de copiloto en el correpasillos. La coloca en la cestita y... a volar!!!
El cuerpo es de el algodón con leche de Rowan, los pelillos de Baby Cashmerino de Debbie Bliss, los zapatos del Algodón Ecológico de Katia y la ropa de Algodón de El Gato Negro.
Nos hemos dado cuenta de que además de los paseos, le gusta que esté bien alimentadita y que no pase hambre. Por eso, a veces, cuando va a mamar... me la pone en la otra teta!!! Ains... no es lo más dulce del mundo mundial???
Hace 3 semanas
12 comentarios:
Totalmente de acuerdo contigo. Es lo que yo siempre he pensado. A los niños hay que educarles igual que a las niñas, no me parece bien que comiencen a hacerse distinciones ya desde la niñez. Me encanta cuando veo a mis vecinitos niños pasear a las muñecas en las sillas tradicionalmente consideradas "de niñas". Me gusta que un niño juegue a las cocinitas, que le gusten las fregonas, las planchas, me encanta ver a mis sobris jugar con todo. Del mismo modo que me gusta ver a una niña jugar con balones y camiones ;-)
Lo del instinto maternal yo tampoco sé si lo tienen más desarrollado las niñas que los niños. Sólo puedo contarte mi caso de pequeña y el de Marina, que protege y cuida a sus muñecas de una manera increíble, igual que hacía yo. La gente que me rodea y tiene hijos de ambos sexos dicen que los niños, aunque jueguen con muñecas, no llegan a mostrar ese amor desbordado. No sé, pienso que también dependerá del niño, en esto es difícil establecer estadísticas...
Por cierto, tu muñeca preciooosa!! yo tenía una parecidísima de pequeña en tonos naranjas, ojalá la conservara todavía!!
Un besote!
Ayy, Adi, cuánta ternura! Aplaudo tu forma de educar a Jorge y qué bueno tener un compañero con tan buenos argumentos, eh!!
¿y de Jorge, qué decir? Es tan guapo, y se le ve tan feliz!! Que sepas que muchas veces entro a tu blog y me quedo embebida mirando las fotos!!
La muñeca, preciosa, también!!
Besitos para los!!
Te quedó estupenda!!!!
Te he leído dos veces, parándome en las comas y en los puntos, sabes que ahora absorbo todo tipo de ideas sobre nenes...
La última foto es preciosa!
Y las ocurrencias de Jorge, únicas!
Besos!!!
Pues sí!! Es para comérselo!!!! Que te pone a la muñeca a la teta? Ohhhhhhhhhhhhhh, qué rico!!!!
Pues te doy toda la razón, pero a día de hoy Hugo no tiene una muñeca, y es porque no la hemos comprado, a pesar de pensar como vosotros, aunque sí varios peluches, de ellos ha elegido a Mickey, al cual abraza efusivamente cuando le decimos "Cuánto quieres al (sí es El Mickey, jur,jur) Mickey?" que le da más besos que a su madre. Eso sí, no tiene muñeco favorito, objeto transicional lo llaman,no?
Está guapísimo, seguid disfrutando de este bombón!
Genial!! ¿Por qué no iba a tener una muñeca? Dani pedía un juego de calderitos para hacer comiditas y terminé regalándose, al padre no le hacía demasiada gracia, pero creo que no debemos coartar sus gustos, en esta vida ya hay bastantes "no hagas eso que es de chicas" para ponerles aún más. Me encanta cómo quedó, y el interés que le pone Jorge, se nota que le ha gustado.
Un besote guapa.
Hola, Adijirja. Me paso por aquí cada cierto tiempo, pero no suelo comentar. Sólo quería decirte que Jorge está precioso, que me encanta la muñeca que has hecho para él y que en la último foto está taannn tierno abrazadito a su muñeca... pa'comérselo =).
Un abrazo.
Qué reguapo está Jorge! La poppy te ha quedado preciosa.
Z no es mucho de nenés, lo suyo son los animales, pero L es nené adicta, eso sí, ni los que yo hago, ni los de trapo, le gustan los plasticosos bebés muertos, qué le vamos aa hacer... y mejor si están siempre sin ropa (en esto han coincidido las dos, mira tú)
Lo que sí creo es que independientemente de la influencia externa hay mucha predisposición interna en cada niño o niña, las mías ni pelotas ni coches, ni vehículos tipo moto-cici-loquesea a pesar de tener también en casa y estar rodeadas de niños amigos en el vecindario, son las únicas niñas,... cada uno es un mundo
Un biquiño!
Qué guapo y que lindo con su muñeca :) Se nota que le ha encantando.
Qué mas da con lo que jueguen lo importante es que sean felices, bastante con las imposiciones y obligaciones que tenemos los mayores!
TREMENDO PADRAZO
Tu niño es una dulzura!!!!
este también es mi regalo preferido! Y Jorge está tan mayor... Y sí, el triciclo me encanta!
Por aquí no dejan de llover plásticos :S Ya no sé como decir las cosas... (jijijij)
Me encanta, es lo mas tierno que he visto nunca. Enhorabuena padrazos :)
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