Carpinteros y albañiles

Las tres semanas que pasé en La Palma, se me fueron como en un suspiro. Visto y no visto. No hice más que estar pendiente, como era previsible, del Sr. Albañil y del Sr. Carpintero.

El Sr. Carpintero me hizo cambiar como 5 veces las bisagras de la puerta y las ventanas (unas por grandes, otras por pequeñas) hasta encontar el tamaño que él consideró el más adecuado. A ello habría que añadir la búsqueda de los fechillos de las ventanas y de la manecilla de la puerta para la parte de dentro, porque para el exterior tenía muy claro que quería un tirador simple y austero "como los de antes", pero eso fue casi lo más difícil, porque ya nadie se acuerda de cómo eran las cosas antes de que existiera el aluminio. Y lo de la búsqueda de las fallebas, ya ni os cuento, porque para encontrarlas me recorrí las ferreterías de Las Palmas, S/C de Tenerife y La Palma, para irlas a encontrar, cómo no, en ésta última. Ya la gente no se arriesga a poner puertas y ventanas de madera y, claro, lo que ello trae en consecuencia es que dejen de traer los herrajes y que su búsqueda se convierta en poco menos que una odisea espacial, porque incluso se pierde el vocabulario que lleva aparejado y a los vendedores -sobre todo a los jóvenes- parece que les estás hablando en chino.

Al final el tirador lo encontré en Montes de Luna, un barrio de Mazo, en La Palma, donde un artesano muy amable aún los sigue haciendo como antaño. Después tocó lijar el techo por la parte de dentro, el suelo de la buhardilla, las ventanas, las contraventanas y la puerta, barnizar... Nunca pensé que fuera a tardar tanto tiempo en ello. Al final parecía que la lijadora era un miembro más de mi cuerpo. Y eso que conté con la inestimable ayuda de un motor de gasolina y de Less, que pasó un par de días de "trabajos forzados".

El resultado final me encanta y creo que ha merecido la pena la de gasolina y tiempo que he dedicado.

Con respecto al Sr. Albañil... Qué puedo decir salvo que doy gracias a los astros del universo por haber terminado ya de necesitar sus servicios?? Hay que reconocer que es un tipo que sabe hacer bien las cosas, pero... ya puede, para la pasta gansa que cobra el chaval!

Además durante todo el proceso me he sentido como la protagonista de "Esta casa es una ruina". Os acordáis de esa peli de Tom Hanks? En ella, cada vez que el tipo preguntaba "Cuánto falta?", alguien siempre le respondía "Dos semanas".

En mi caso, recuerdo que mi madre cuando empezaron las obras en septiembre del año pasado les preguntó que si para Navidad ya estaría finalizada y le respondieron con un "Bueeeeeno, claro que sí señora!" pero claro, ella no tuvo la sutileza de preguntar por el año...

Todavía faltan muchas cosas, pero lo más importante ya va estando. Hay que instalar una escalera para subir a la buhardilla donde irá el dormitorio, poner el suelo, el murete de la cocina, el baño... y claro, todo el exterior, es decir, vallar, hacer un patio, levantar paredes de contención,... uf! vale más que no lo piense que me deprimo...