Mi padre dice que "la cabra tira pa´l monte" y es una idea que yo comparto. No sé si les pasará a ustedes, las que viven en islas menores o en pueblos, pero cuando estaba en el instituto, mi máxima meta era ir a la universidad, no tanto por el hecho en sí de estudiar, como por tener la oportunidad de salir fuera de La Palma. Aquello se me iba quedando pequeño y me asfixiaba. Así que la universidad tocó en Tenerife y después, el trabajo en Gran Canaria. Y ahora... es en la ciudad donde me asfixio. Trabajo en Las Palmas, y todo los días recorro 80 kilómetros para poder respirar por las noches. He llegado a la conclusión de que la capital tiene muchas cosas buenas, lo cual no se puede negar (acceso a actos culturales, tiendas para todos los gustos, sitios de ocio,...) , pero yo necesito el verde y el frío. Agaete no reúne esas condiciones, ni mucho menos, pero al menos no me agobia.
La Palma... eso es otro mundo. A estas alturas de mi vida estoy convencida de que si pudiera volver, lo haría; pero, por el momento, hay muchas cosas que me atan aquí. No es una puerta cerrada, sólo está entreabierta. Vuelvo siempre que puedo y me enamoro de cada rincón que descubro. Es una isla que está muy cuidada y que emana un aire diferente, probablemente por la población extranjera que ha ido a parar allí; gente que, lejos de destrozarla como ha ocurrido con el sur de Tenerife y Gran Canaria, la protegen y embellecen, dándole un toque distinto.
Desde hace años que le estaba dando vueltas a la idea de comprarme una casita. Un pajero viejo que poder restaurar poco a poco. Encontré el sitio perfecto, pero cuando se lo comenté a mi padre casi le da un ataque: que si era muy "lejos" (juas! con los kilómetros que me hago cada día), que si era muy caro (no os voy a decir cuánto era para que no os de un ataque de risa),... y todos los "peros" del mundo. Desistí. ¿Cómo no iba a hacerlo si dejó de hablarme el muy puñetero?
Y en eso, que un día me cuenta que ha visto un terreno en un sitio "cerca" (de su casa, claro), con buenas vistas y tranquilidad. Por supuesto, ya había llamado y el precio era bastante bueno. Yo conocía la zona y me encantaba. Permitían hacer un cuarto de aperos. Ya hasta tenía decidido lo que plantar: viñas. ¿Qué podía decir yo sino convertirme en la propietaria de 4500 metros cuadrados? Una cosa llevó a la otra, el terreno no era "suficiente", así que tuve que comprar el de al lado (otros 4500); después comprar las parras y contratar a un jornalero para plantarlas y todos los sistemas necesarios para su supervivencia (espalderas, riego,...), hacer el proyecto de la casita, pedir permisos, conseguir un contratista y un carpintero que me arruinaran lo justito, plantar frutales ("para rellenar" como dice mi padre), poner el agua, pelearme con Unelco y... uf! no sé cuántas cosas más.
Después de tres años y muchos quebraderos de cabeza, todo va cogiendo forma. Probablemente nunca viviré de forma habitual en esa casita, pero seguro que pasaré muy gratos momentos en ella.
Lo bueno de todo ésto es la ilusión y las ganas que ha puesto mi padre; gracias a él este proyecto ha salido adelante y, al menos yo lo quiero creer así, le ha dado años de vida; lo cual tampoco es de extrañar... él pone en práctica lo que siempre ha querido hacer y yo lo pago!!!
Gracias, papi, sabes que no habría podido hacerlo sola...
Hace 2 semanas
6 comentarios:
Ay! si supieras cuánto te entiendo... Yo salí de Fuerte, sin casi mirar para atrás. Llegué a Las Palmas, y ahí estuve 11 años, todavía una parte de mí vive ahí, y se muere volver.. Sin embargo, las circunstancias me trajeron de nuevo aquí. Ahora estoy aquí y se me hace algo cuesta arriba pensar en una mudanza nuevamente. Estas semanas he estado acondicionando un pequeño estudio en la playa, porque en agosto estar en la Capital es algo insufrible, y mi padre, como siempre, está ahí, clavando los tornillos, llevándose los trastos viejos, y sacándome la sonrisa..
Da igual que lo paguemos, el resultado merece mucho la pena.
Saludos!!
Gracias por tu comentario en mi blog,. Y yo quejandome por nada, espero que te estés recuperando bien.
En cuánto a este post, que razón tienes en todo, pero sobre todo siente privilegiada por tener ese pqño trozo de paraiso. Seguro que a merecido la pena tanto ir y venir.Si algo ahí de lo que me lamento es no haber podido criar a mis hijas en el campo, eso si nunca en verde porque ese color está a faltar en Lanzarote.
Que mejores!!!
saludos
loly
desde luego, La Palma está ideal para vivir, y la foto que enseñas da mucha envidia. felicitaciones por tu chabolito y esos parrales, qué bueno.
Que sitio mas bonito! quien sabe? a lo mejor en algun momento acabas viviendo alli... la vida da tantas vueltas...
Yo en cambio, no me veo viviendo fuera de la ciudad "para siempre", necesito mi barrio, mi playa de Las Canteras, mis tiendas, mis paseos, mis desayunos en la plaza Farray o en Mesa y Lopez etc. ME encanta el campo y a veces pienso que ojala tuviesemos una casita aunque fuese pequeñita, pequeñita en alguna zona verde con algo de terreno para plantar, donde poder respirar aire puro. MrI seria tan feliz asi... pero yo no creo que lo aguantase de forma permanente, soy un pez de ciudad, me temo...
Eso, si, nuestra idea es tener algo asi cuando podamos permitirnoslo, algun sitio perdido donde descansar cuando tengamos la necesidad de escapar de la ciudad.
Qué lugar tan bonito! Me encanta esa casita!! Sabes que yo no conozco la Palma? Bueno ni la Gomera y las demás islas de pasada pasadita, este año pensábamos ir de vacaciones a la Palma, tiene que ser precioso, Adrián sí que la conoce y le encanta, pero al final la falta de medios económicos (apartamento, coche, comida....)nos empujó a ir una vez a más a sitio seguro ;) a la Graciosa, que allí los gastos son menos, tenemos casa y nos hace falta coche, pero un año tengo que ir a conocer esa isla bonita.
Felicidades por tu casa, a ti y a tu padre que la disfruta tanto.
Un beso
Ana
Me encanta tu tierra!!!
Hermosa a raudales!!!!
Y tu rinconcito es verdaderamente genial. Un lugar que te abraza el alma y la llena de energía.
Disfrútalo!!!!
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